Dos meces... apenas dos meces

Es 21 de noviembre, el calendario dice sábado, pero inevitablemente sigue siendo martes… muchas cosas han pasado en los últimos dos meces… dos meces… dos meces a penas… parece mentira que tantos acontecimientos se precipitaron en tan solo ese tiempo… aunque… para ser absolutamente honesto todo comenzó un poco antes… como saben quienes siguen nuestro blog y nuestras historias, antes todos fuimos parte de otro blog… fuimos miembros de otra comunidad… un día nos sentimos limitados en nuestra concepción de libertad y decidimos crear este blog… pero dos o tres semanas antes ya era martes… pero bueno… eso ya fue escrito en otros posts , por esos días me separe definitivamente de mi esposa, conocí a Moni en lo que preveíamos, solo era una cita para pasarlo bien, no teníamos la menor expectativa de que podrá ser nada más… tanto ella como yo teníamos incluso una relación especial… los dos amábamos sobremanera nuestra libertad y ni se nos ocurría siquiera pensar en tener una relación con nadie… mucho menos entre nosotros.

No sé cómo… cuando… o porque nuestras barreras fueron cayendo… la sentí… la olí de otras vidas, nuestras pieles se fundieron una y otra vez en una danza de lujuria, deseo y pasión… mi necesidad de ella se fue incrementando… con cada nuevo encuentro… con cada nueva conversación… con cada nuevo instante de placer… Eros nos guio hasta nuevos y desconocidos parajes… el martes se convirtió en el único día de la semana… del mes… hoy ya son dos meces… dos meces en los que los encuentros ocasionales pasaron a ser diarios y las conversaciones por el chat o el msn pasaron a ser el compartir casi todo nuestro tiempo… no solo el tiempo libre… también el tiempo laboral… incluso a compartir el de la familia… o quizás es que nos convertimos en una familia.

Dos meces… apenas dos meces.

Muchos cambios… quizás demasiados.

Los compromisos aumentaron… los hicimos fuertes… pasamos de la poligamia y el sexo casual, a la fabulosa necesidad de disfrutarnos… de estar juntos y no compartirnos… nos volvimos monógamos… no teníamos tiempo para nada más… los días y las noches eran demasiado cortos para desperdiciarlos en nadie más… muchas cosas pasaron… la simpatía se convirtió en afecto y este en cariño… cuando me di cuenta, ya la amaba… y los te amo se hicieron frecuentes, nuestros hijos se comenzaron a convertir en parte del otro, las salidas de dos se convirtieron en paseos familiares y los encuentros en muchos lechos pasaron a ser fines de semana y semanas en mi casa.

Pero… y el sexo?

No era tan importante el sexo en mi vida?

No es acaso por el sexo que mi vida es lo que es?

No es acaso por el sexo que soy quién soy?

Jajajajajaajaj pues claro que el sexo es LO MAXIMO… y con ella lo es más… he tenido cientos de amantes y como ya he dicho, he sido siempre un hombre afortunado, he disfrutado de bellas mujeres que me han dado mucho pero mucho placer… y ahora paso horas y horas cada día haciendo el amor con MI AMOR… y dándole y recibiendo muchísimo placer… mi lengua la recorre sin dejar un pliegue de piel sin saborear, su sabor y su olor son ya parte de mí…estar dentro de ella es ya mi lugar perfecto y mi placer... mis manos han dejado mis huellas dactilares en cada sitio de su cuerpo… el saber que siempre tenemos ganas, que nos encanta hacerlo siempre y en cualquier sitio hace que mi vida sea lo que debe ser… una experiencia que se disfruta a cada instante.

No sé que tan larga será mi vida, no sé si el dejar un poco la piel del lobo hace que deje de ser inmortal, ni sé si el amor dura por siempre, pero como siempre he dicho… soy un hijo de Lycaon… un cazador… las pregunta son…

Puedo dejar de ser quién soy?

La monogamia durará para siempre?

Moni y yo compartiremos nuestra vida?

Una querida amiga me dijo algo que se ha convertido en el ordenamiento de mi vida… Vive un día a la vez… intensamente… sinceramente… poniendo toda la carne en el asador y haciendo cada día lo que me indiquen mis instintos y eso hago… no me aferro a nada… ni siquiera a la vida misma… pero la vivo… la vivo lo mejor que puedo poniéndole sangre pudor y lagrimas.