Un ramito de violetas

Si, es verdad, no he escrito una letra desde hace varios meses, puede ser que he estado en una frigidez literaria, que para quienes no entiendan esta definición, les ruego acudan al abyñol y allí lo entenderán, o será no haber tenido motivo alguno para hacerlo.

Para nada quiero decir que mi vida sea aburrida o monótona, al contrario es demasiado activa y stressante, pero de un tiempo aca, he vuelto a mis andanzas digitales, por llamarlas asi, a aquellas epopeyas virtuales, que generan gran espectativa en mi vida y también en la de mi interlocutor o con suerte interlocutora.

Pues toparse con algún cibernauta, que te ponga a pensar (en él o ella) mas de 30 segundos al día dentro de tu itinerario doméstico, sobre alguna conversación, confesión o picardía, es algo que se debe tomar en cuenta.

Es verdad que, como fiel compañera de D, complice conyugal y coidearia de la politica tripartita, no tengo esos 30 segundos, pero en los últimos días si que me las he ingeniado, he sacado tiempo del tiempo, tanto más que ahora me doy el permiso de escribirlo, plasmando lo cada uno de esos mensajes, provocan en mi cada vez que establezco un chat, con mi interlocutora de mas de 30 segundos.

Veo, sus hermosas letras como hermosas deben de ser sus manos que plasman sobre mi pantalla, la alegria o ilusión de conocerla, esperando en cada pulsación un latido que me avisa su llegada.

Siento, su mirada, penetrante y decidida como firmes y sinceras son sus palabras que taladran mi mirada, al momento de la lectura de sus respuestas.

Escucho, su voz, al contestar para si la respuesta pensada a la pregunta o petición, que hago desde mi ordenador.

Palpo, sus infaltables tres puntos, dejando la puerta abierta para invadirme toda yo, por la imaginación, al querer oir, lo que yo me obligo a leer.

Me encanta la idea sobre el famoso ramito de violetas y una vez más lo vuelvo a recordar, me he enamorar de la ilusión del alma y de su forma de sentir las cosas.

Pienso, que los famosos chats, no son solamente la forma de matar el tiempo o peor aun robar el tiempo a algún descuidado patrono laboral, creo que son unos verdaderos espejos del alma de los interlocutores, su querer ser y lograrlo ser solamente al pulsar unas cuantas teclas de algún ordenador recientemente inventariado.

Un espejo del alma, que frase mas trillada pero perfecta, para definir algo tan irreal como verdadero al mostrarte tal y como eres, exagerando tus defectos o lo peor disminuyendo tus virtudes, con una excesiva modestia esteril.

Me encata leerte y me encanta hacerlo, por que eres tan firme en tu convicción y en tu razón de ser, porque eres noble y real, como mi suerte de ser una mujer bisexual.