EL PLACER DE UN RAPIDITO

Es una peculiar y a la vez muy común noche quiteña… ambos llevamos largo tiempo sin compartir los placeres de la piel… es día laborable… el clima hace la noche apetecible… me llama sin saber que la he sentido… ya voy a medio camino de su casa… delicioso aquello sorpresivo y no planeado… me hago un poquito de rogar y cuando al fin contesto es para decirle que salga a recibirme… sorprendida pero ansiosa ya se encuentra abordando mi auto…

La noche es joven pero el tiempo igual apremia por lo que convertimos un parque cercano en nuestro refugio… mi auto y la combinación de nuestras personalidades brindaban calor suficiente para convertir el cariño y la amistad que guardamos en lujuria desbordada… la pasión y deseo que cada uno exhalaba era el combustible que inhalaba el otro y lo motivaba a llegar mas allá… una más de tantas buenas conversaciones se convierte en seducción… el juego es mutuo… el asiento trasero de mi auto al ser grande nos brinda espacio suficiente para que ella vestida me monte mientras los besos fluyen y las caricias buscan el contacto con la piel…

Su blusa abierta y mi boca apoderándose de cada centímetro descubierto la llevan más cerca de sus límites… el pudor por el lugar público y la excitación de arrancar la ropa sin quitarla por completo incendia el momento… más de un botón quedara de recuerdo en el piso del auto… mi mano izquierda se desliza por su espalda y rápidamente su brasier cede… mi mano derecha y mi boca son ahora los encargados de complacerla… el juego del placer me lleva a su cuello… su en extremo sensible oído y todo el proceso de excitarla camino al objetivo la vuelven loca…

No hay tiempo de mucho… quisiera perderme en sus piernas pero la ocasión amerita que fuerte pero dulcemente arranque su pantalón y sin siquiera quitar su interior lo mueva levemente del camino y con fuerza la penetre… su excitación la saca de control convirtiendo el placer en una mezcla de sexo y combate… semi vestida me monta y se place con mi cuerpo mientras yo me apodero de sus senos… ya a ninguno le importa si alguien nos ve o escucha nuestros gemidos… me toma del cabello y lo maltrata a medida que el delirio de placer se apodera de ella para caer finalmente rendida en mis brazos… besos en mi boca mientras siento sus jugos bajando por mi miembro…

La volteo y me monta dándome la espalda mientras tomo sus senos en mis manos… la posición hace inevitable que mi boca explore su cuello y espalda arrancándole pequeños gemiditos… sus cambios de ritmo y dirección me vuelven loco y me obligan a gemir desatadamente lo cual parece acelerar su libido… se enciende y cual posesa arranca en gemidos mientras con su mano izquierda empieza a tocarse y a tocarme durante la penetración… su otra mano toma nuevamente mi cabello mientras acelera y sus piernas se tornan temblorosas…

La diferencia de nuestros portes y la posición ejercen mucha presión entre mi cabeza y su punto g… casi doblándome sutilmente si no fuera por la dureza que ella me provoca… finalmente la magia culmina con un orgasmo tan fuerte en ella que la presión se me hace insoportable y junto a los espasmos en su interior me provocan un delirio irresistible llevándome al placer máximo… mis fluidos disparados en su interior le ocasionan un segundo orgasmo seguido tan fuerte que me saca de su interior mientras brotan nuestros jugos…

Las sensaciones son tan fuertes que el tiempo se detiene y todo se vuelve pesado… tardamos minutos en reincorporarnos para apresurarnos en la limpieza y vestimenta puesto que se acerca a nosotros un patrullero… los vidrios obscuros de mi auto nos brindan el tiempo exacto para hallarnos vestidos conversando en el momento en que el policía golpea la ventana… la única prueba del pecado son los vidrios empañados… prontamente nos encontramos en la puerta de su casa… portón cómplice de tantas escapadas y amanecidas… el cariño de amigos sigue intacto y los placeres de la carne nos han permitido aprovechar un pedazo de nuestra noche para disfrutar de un rapidito bien complacido…

ANDY...