Hermosos momentos a blanco y negro

Fin de semana inesperado

Sábado de madrugada, a la distancia trayéndome desde el más profundo sueño escucho el bip de mi celular que indica que he recibido un mensaje, más dormida que despierta lo leo, es un mensaje de Artur que me pregunta si me gustan las sorpresas, esa pregunta cala en mi cuerpo, a caso está en Quito???? La sola idea de que sea cierto me estremece, pero me digo que eso no es posible y nuevamente caigo rendida en las redes de Morfeo.

Horas más tarde, ya completamente libre del silencio de la noche decido llamarlo a su casa, nadie responde y una vez más la sensación de que hay algo por venir me invade. En ese preciso momento recibo otro mensaje suyo, así que decido llamarlo. Y si…, no es un sueño…., él está acá, y quiere verme, me encanta la idea y me inquieta tanto. Me pide que prepare una maleta con todo lo necesario para pasar el fin de semana juntos. Acepto inmediatamente, así que empiezo a preparar todo para ir con él, con nerviosismo busco lo que creo necesitaré. Mi corazón late cada vez más rápido al saber que pronto estaré entre sus brazos.

Salgo más tarde de lo que esperaba, había olvidado que prometí ayudar al nieto de mi vecina con una de sus tareas, pero al fin estoy libre y me dirijo a mi encuentro. El viaje en taxi me parece una eternidad, las calles demasiado estrechas que casi nadie puede pasar, finalmente llego a mi destino, sé que en instantes veré a mi querido Artur. Lo llamo y baja a recibirme, un fuerte abrazo y un delicioso beso son mi bienvenida, subimos a su habitación para dejar mi maleta e ir a desayunar que a esa hora ya se convirtió en almorzar. El almuerzo se desarrolla entre bromas y amena charla, me comenta sobre su salida de la noche anterior con sus nuevos amigos que siente conocerlos de toda la vida.

Ya de regreso al hotel de inmediato subimos a su habitación, allí la pasión va tomando posesión de nosotros y de todo a nuestro alrededor. Sus besos tiernos recorriendo mi cuello y hombros, sus manos tocando cada recodo de mi cuerpo haciéndome vibrar con cada roce de sus dedos. Que dulce placer ... Sentirlo junto a mí embriaga mi mente. Lo quiero cerca, quiero que su olor quede impregnado en mí, de pronto me voltea y empieza a acariciar mi espalda…… siento desfallecer pero él no se detiene y se lo agradezco, leves gemidos salen de mi boca, estos se van haciendo cada vez más fuerte mientras continúa besándome y tocándome, suavemente levanta mi cadera y siento como su miembro juega con ella, luego me penetra y de manera rítmica empieza a poseerme,… cada vez más la pasión nos domina al punto que explotamos en un delicioso suspiro y caemos rendidos, exhaustos pero totalmente extasiados.

Descanso exigido después de tanto frenesí, mirar el partido de fútbol me permite descubrir otra faceta de este adorable caballero que se encuentra a mi lado, luego salir a comer algo, ir al casino y seguir aprendiendo, dejándome llevar de todo lo que el momento me ofrece. Decidimos ir a bailar, así que vamos al Zócalo, buena música pero está repleto, solo logramos encontrar una mesa no muy bien ubicada, bailamos mientras nos traen unos jugos que ordenamos, de pronto siento su cuerpo pegado a mi espalda y sus manos aferrándose a mis caderas, mis manos instintivamente hacen lo mismo esperando que se funda en mí, poco nos importa si nos observan, o diría que lo hacemos para que lo hagan. Bailamos deliciosamente entre risas y movimientos seductores. Cansados tomamos nuestras bebidas que son para nuestro disgusto nada agradables, pero obviamos su sabor dándonos besos profundos, seductores y húmedos, nuestras lenguas jugando descaradamente a la vista de todos, pero están tan ocupados que ni lo notan, son tan comunes que no se dan cuenta de la pasión que dos seres pueden experimentar y expresar.

De vuelta en la alcoba, cansados de tanta emoción nos recostamos y quedamos rendidos en un profundo abrazo, en una perfecta comunión de cuerpos, así el sueño nos hace sus prisioneros y solo nos libera al día siguiente……

Soy despertada por tiernos besos en mi mejilla…., poco a poco los besos se van transformando en pasión y lujuria, otra vez sus manos dibujan mi cuerpo, su boca lo recorre de palmo a palmo, saboreándome, sintiéndome, haciéndome estremecer,…… nuestros cuerpos se acompasan a un ritmo que nos produce un placer increíble, suspiros y gemidos llenan la habitación, le pido que me bese apasionadamente como lo hizo mientras bailábamos, así lo hace y luego de un rato desciende por mi pecho y se detiene a jugar con uno de mis pezones, su lengua lo moja, su boca lo succiona, mientras su mano acaricia el otro tiernamente,…. que delicia..... Después de un rato continúa su descenso hasta mi sexo, ahí se detiene, lo observa, lo abre completamente con sus manos y procede a besarlo, a succionarlo, mi cuerpo se encorva de tanto placer, estoy tan excitada que necesito sentir su pene en mi boca, lo beso, lo lamo y chupo delicadamente, los gemidos que produce me envuelven, luego se levanta me pone boca arriba siento como su sabor invade mi boca, que deleite para mi paladar, inmediatamente nos damos un beso profundo y caemos rendidos uno en los brazos del otro.

… Ya es casi las doce, recibe la llamada de Iván, él va a pasar a verlo con Moni y llevarlo al aeropuerto, Artur dice que desea presentármelos, acepto con nerviosismo, y me pregunto:…. y si no les agrado y si no me agradan, muchas cosas pasan por mi mente…, bajamos ya nos están esperando, la formalidad de rigor, presentación debida y listo………. Pero que grata sorpresa me llevo, Moni e Iván son muy agradables, ocurrentes y definitivamente tienen buena vibra, me siento a gusto con ellos, es evidente que hay mucha empatía entre nosotros, o por lo menos así lo siento, vamos a comer en Santa Clara, soy bautizada por Iván con una lamida que me tomo un poco de sorpresa, luego a pasear hasta que sea hora del vuelo, finalmente llegamos al aeropuerto…. Al momento de la despedida, un abrazo fuerte de Iván, un beso de Moni y un beso apasionado de mi parte. Diciendo no adiós sino hasta pronto mi querido Artur y ansiando que se repita muy pronto esta experiencia.